(Ver el artículo original en valenciano pulsando aquí)
Todo lo que estoy viviendo en el País Valenciano, últimamente, me está haciendo aprender mucho de este país, de su sociedad y de sus maneras de hacer las cosas. Y, como ya he dicho alguna vez, me sorprende mucho la cantidad de semejanzas que encuentro entre el País Valenciano y mi país, Andalucía, a escala social.
El problema es que muchas de estas semejanzas son en sentido negativo. Compartimos más defectos de los que me gustaría.
Uno de los defectos que más me desagradan, tanto de mi tierra como del País Valenciano, socialmente, es el autoodio, del cual ya he hablado. Ese complejo de inferioridad que tantos andaluces y tantos valencianos tienen. Ese sentimiento que los lleva a hacerse los más españoles del mundo y esconderse detrás de un nacionalismo exacerbado y exclusivo, y a cerrar los ojos ante el pluralismo que, en realidad, existe dentro del Estado. Porque que exista pluralismo los identifica como lo que no quieren ser, como aquello de lo que se avergüenzan. Mejor que todos seamos lo mismo.
Esta manera de ser, este complejo de inferioridad, hace destruir la cultura autóctona por dos motivos. El interno, porque los de dentro no harán nada por conservarla; cuanto antes se diluya y desaparezca, mejor. Y el externo, porque los de fuera que lleguen, ni siquiera valorarán algo que los de dentro desprecian y quieren ocultar.
Esto me entristece de una manera exagerada. Y por eso, pasando ahora al tema de la independencia catalana, me emocionó el vídeo de la asociación Súmate que enlazo a continuación.
Bien, no voy a entrar a valorar los argumentos que utilizan en el vídeo. Pueden tener razón o pueden no tenerla. De eso se puede debatir un buen rato. Ahora, que esta asociación exista y esté haciendo tanto ruido, me gusta y me emociona. Súmate es una asociación de inmigrantes o hijos de inmigrantes, de nuevos catalanes (lamento la terminología racista, es para que se me entienda). Nuevos catalanes que, a pesar de no haber nacido o no tener las raíces en Cataluña, están a favor de su independencia. Gente que se siente identificada con el proyecto de un nuevo país y quiere colaborar.
Estos inmigrantes llegaron a Cataluña con necesidad y ganas de trabajar para sacar adelante su vida. Y encontraron que allí pudieron hacerlo y, por supuesto, se quedaron, tuvieron niños, se hicieron viejos. Ahora se sienten uno más, parte de una comunidad que los incluye a todos. ¿Y por qué? Porque los catalanes que se encontraron allí, cuando llegaron, defendían su tierra y no se avergonzaban. La querían, en definitiva. Y eso se les contagió, porque el amor se contagia. Así que ahora, los ataques a Cataluña son ataques a todos. A los que llevan siglos allí y a los que llevan años o meses.
Este hecho, por un lado, quita argumentos a todos aquellos que acusan a los catalanes de racistas y etnicistas; y, por otro lado, da muchas más posibilidades de éxito al proyecto común de nuevo Estado.
¿Creéis que una asociación como Súmate sería posible en el País Valenciano o en Andalucía?
Yo, desgraciadamente, creo que no, aunque me gustaría equivocarme. Desde chicos nos han enseñado que todo lo nuestro no sirve para nada. Si acaso, para pasarlo bien en casa cuando estamos de celebración. Ole, ole, qué bonita la Feria, qué bonita la Semana Santa. Valencians, tots a una veu, visca la mare de Déu. Pero Dios te libre de sacar la cultura fuera de casa, o la lengua. Hablar andaluz es hablar mal y es motivo de escarnio y ridiculización, así que mejor intenta quitarte el acento y que no se te note. No hables valenciano con un desconocido, es una falta de educación, y no queremos ofender a los de fuera, que hablan una lengua mejor y más útil. Ayer, en Twitter:
(Explico, la Generalitat niega que tenga previsto suprimir la enseñanza vehicular en valenciano en 151 colegios, y este señor dice que todas fuera, que menudo gasto inútil. Le respondo que si le parece inútil conocer la cultura valenciana ya tiene mucho en común con Alberto Fabra y el PP, y me responde lo que veis en grande).
Nuestras cosas no sirven para nada. Mejor nos abrazamos a toda esa imaginería española, que nos incluye a todos y que nos iguala... y que nos permite dejar de ser diferentes, porque nos da miedo ser nosotros mismos.
Por estos motivos, veo difícil que llegue a existir una asociación como Súmate, ni en Andalucía, ni en el País Valenciano. Pocos inmigrantes conseguirán querer a una tierra a la que tú mismo no quieres.
Por eso, ¿qué tal si empezamos a cambiar las cosas, a valorar nuestra cultura, y a contagiársela a los que nos rodean? Y no me refiero a los recién llegados, hay que empezar por los de aquí. Venga, que tenemos trabajo.
Enlace: Súmate
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