domingo, 5 de marzo de 2017

La hegemonía y el impuesto de sucesiones

¿Sabéis lo que es la hegemonía?

Os lo voy a explicar con un ejemplo de actualidad.

Últimamente veo a mucha gente en redes sociales (y a veces en la vida tangible) quejarse y protestar contra el impuesto de sucesiones vigente en Andalucía.

Esta gente que se queja es de lo más variopinto. Oscilan desde gente muy bien posicionada, hasta verdaderos muertos de hambre (sin ánimo de sonar despectivo. Bueno, o sí, que suene despectivo. Ahora entenderéis por qué). La cuestión es que está de moda criticar el impuesto de sucesiones, porque es un robo, porque es injusto, porque pobrecita la gente que tiene que heredar, o no sé qué otras locuras he leído.

Esta gente que está en contra del impuesto de sucesiones normalmente siempre dice lo mismo: es injusto que tenga que pagar para recibir una herencia. Lo han dicho tanto que ya es como un dogma. ¿Realmente es injusto?

Lo primero: no, no es injusto pagar por recibir una herencia. ¿Por qué va a serlo? Es que mis padres han trabajado tanto para que ahora el Estado se quede una parte. Pues en primer lugar, exacto, han trabajado tus padres, no tú, que eres quien va a quedarse la herencia y quien va a disfrutarla ahora.

Es que al final los que heredan acaban teniendo que renunciar a la herencia porque no pueden pagar tanto. ¿De verdad? La cifra de renuncia a las herencias en Andalucía se encuentra alrededor del 10% y, sinceramente, pensar que son todas por no poder pagar el impuesto es ser ignorante cuanto menos. ¿O no es mucho más plausible que la mayoría de las renuncias se produjeran porque la herencia consiste en deudas e hipotecas, como indica el máximo representante de los notarios? No, seguro que es por el impuesto.

Es que mis padres solo me dejan su casa y encima tengo que pagar por eso. En la mayoría de los casos, esto es mentira. La vivienda habitual está exenta si su valor es menor a 123.000 euros, y si es mayor, llega a estar exenta hasta en el 95% si supera los 242.000 €. Además hay otros factores diversos de reducción del impuesto. Más información, que veo que hace falta.

En total, más de un 80% de las herencias no tuvieron que pagar impuesto, y en el caso de padres a hijos, solo tuvo que hacerlo el 3%. No hablamos de la población, sino del total de las herencias. Recordad que hay mucha gente que no deja nada en herencia porque no tiene patrimonio. ¿Qué os parece? ¿De verdad os pensáis que va a ser vuestro caso, que vais a heredar tanto como para tener que pagar?

Resumen: tenemos a un ejército de pobrecitos que defienden que no haya que pagar un impuesto que ellos nunca tendrán que pagar. Este es un impuesto que grava las transmisiones de grandes patrimonios... seguramente, el tuyo no. Pero puedes seguir defendiendo que los ricachones no paguen su impuesto. Ahora, entiende que, si quitamos ese impuesto, luego no haya dinerito para los hospitales, los colegios, las carreteras... salvo que quieras pagarte tú mismx todo eso.

¿A quién le interesa que este ejército de pobrecitos defienda que se elimine el impuesto? Obviamente, a los que tienen que pagarlo, porque les están haciendo un favorazo.

Los que tienen que pagarlo, las personas de mayor poder adquisitivo, la gran burguesía, han conseguido que todos estos muertos de hambre (sí, lo digo con desprecio, y me lo permito porque soy uno de ellos) quieran eximirlos de pagar. Han conseguido que estos muertos de hambre (que no tendrán que pagar este impuesto pero necesitarán utilizar los servicios públicos) defiendan los intereses de los burgueses en detrimento de los suyos propios.

ESTO ES HEGEMONÍA. Una vez más, los burgueses piensan por nosotros. Y les sale bien, oye, les seguirá saliendo bien hasta que nos dé la gana de abrir los ojos.

Para más información, leed el blog de Rafa Sanz, un portento del derecho tributario al que sigo en Twitter (y al que ustedes deberíais seguir). Él lo explica mucho mejor que yo.

lunes, 6 de febrero de 2017

Huelgas y salarios en medios de comunicación

La lección de lucha de clases de hoy es inspirada por el Profe Rojo (aquí su Twitter).

Ya sabéis que el último recurso de los trabajadores para ejercer presión ante sus patronos es la huelga, a la que se recurre cuando se quiere reclamar una mejora o no se acepta un empeoramiento de las condiciones de trabajo, y además las otras vías de negociación han fracasado, o el patrono no se aviene a negociar.

La huelga es una de las expresiones más claras de la lucha de clases. La clase burguesa, los patronos, intentan salvaguardar sus intereses (mantener o aumentar la plusvalía, es decir, el beneficio que extraen de los trabajadores). La clase trabajadora, por otro lado, lucha por los suyos, que dependiendo del conflicto, pueden consistir bien en reducir la plusvalía o en mejorar sus condiciones de trabajo, por ejemplo.

Precisamente como expresión de la lucha de clases, en la huelga no solo entran en juego las dos clases enfrentadas dentro de esa empresa o de ese sector, sino también de fuera. Y aquí desempeñan un papel fundamental los medios de comunicación que, no olvidemos, también están dirigidos por la clase burguesa.

¿Qué hacen siempre los medios de comunicación? Unos de manera más evidente y otros de manera más velada, siempre dan una imagen de la huelga que beneficia a los patronos, a la clase burguesa. Lo hacen por diversas vías, pero una de ellas, de la que hablaremos hoy, es la de publicar los salarios brutos anuales de los trabajadores. Como ejemplos, lo hicieron con la huelga de limpieza de Málaga (LIMASA) y lo hicieron con la huelga de los transportes de Barcelona (TMB), ambas en 2016.

No nos viene de nuevas que aquellos sectores o empresas con una representación colectiva más fuerte y una lucha obrera más viva suelen ser también aquellos donde las condiciones de trabajo son mejores y los sueldos son más altos. Esto lo aprovechan los burgueses para dividir a la clase obrera, presentando a los trabajadores en lucha (a los huelguistas) como unos privilegiados, intentando que los demás trabajadores no se sientan identificados con ellos y evitando así la solidaridad.

Entonces, partimos de una situación en que unos trabajadores en huelga tienen unos salarios que pueden ser más altos que la media (no siempre, pero puede ser así). Veamos ahora la táctica: los medios, en lugar de publicar los salarios netos mensuales (el dinero que el trabajador se lleva a casa), publican los brutos anuales. ¿Por qué?

Porque el espectador no tiene una idea clara de qué significa una cifra de salario bruto anual, requiere unos cálculos lo suficientemente complejos como para que el espectador no estime correctamente el salario neto. Al contrario, lo estimará al alza. Cuando el espectador medio oye una cifra de salario bruto anual, la dividirá por 12 (quizá por 14) y pensará que eso es lo que se lleva el trabajador. Veamos un ejemplo.

Salario bruto anual: 20.000 €

Cálculo rápido: 20.000 / 12 = 1667 €

Segundo cálculo, con 14 pagas: 20.000 / 14 = 1429 €

Cálculo correcto:
Seguridad Social (6,40%) = 1280 €
IRPF (Hacienda, alrededor del 14%) = 2800 €
Bruto mensual 20000 / 14 = 1429 €
Quitando IRPF/14 y SS/12 = 1122 €
Salario neto mensual = 1122 € (paga extra = 1229 €)

Como vemos, la diferencia entre el cálculo rápido del espectador y la realidad, en el caso de un trabajador de 20.000 € al año, puede llegar a más de 500 € de error. Sobre un salario mensual neto de 1122 €. ¿Nos damos cuenta de la gravedad de la manipulación mediática?

En casos de salarios más altos, por ejemplo de 25000 €, estamos ante 2083 € (cálculo rápido del espectador) frente a 1367 € (neto real). Más de 700 € de diferencia.

(Además, para escandalizar más a la audiencia, suelen mencionar los salarios de los trabajadores con más complementos, con más antigüedad, con pluses... aunque muchos cobren por debajo de las cifras que dan).

¿Entendemos ahora por qué las noticias sobre las huelgas las tenemos que poner en cuarentena?

Me he centrado en esta sucia estrategia de manipulación, pero hay más. ¿Qué más te cuentan los medios de comunicación cuando hay una huelga?
  • Las duras consecuencias para los clientes / usuarios / consumidores, sobre todo si están tristes. Si pueden mostrar niños, mejor (como ya hicieron en la última huelga de controladores franceses). De este modo el espectador se siente identificado con las personas que “sufren” las consecuencias de la huelga.
  • Las óptimas condiciones de trabajo de los trabajadores en huelga, que a diferencia de otros sectores u otras empresas, tienen un determinado salario bruto (como hemos visto), tienen X días de vacaciones o descanso, o ciertos beneficios sociales. Con esto, consiguen que el espectador los vea como unos vividores que tienen un trabajo muy bueno, para que así no se solidarice con ellos.
  • La cantidad de bajas que ha habido en la empresa, a menudo sin desglosar los motivos, si son accidentes laborales o no… o simplemente jugando con la falta de criterio comparativo del espectador. Así hacen que el espectador piense que los trabajadores son unos vagos y que la empresa va mal porque éstos no son profesionales.

Lo que, sin embargo, los medios de comunicación no te contarán (o lo harán muy de pasada) los siguientes aspectos:
  • Los salarios de los directivos. Eso no interesa que la gente lo sepa.
  • Las condiciones de trabajo de los directivos. Para qué.
  • Los beneficios que ha tenido o prevé tener la empresa.
  • Los posibles errores en la gestión de la empresa.
  • Las negativas de la directiva en las negociaciones con los trabajadores.
  • El hecho de que el trabajador no cobra su salario los días que hace huelga.

En definitiva, los medios de comunicación siempre ponen el foco en los trabajadores, culpabilizándolos de crear un conflicto, y obviando la responsabilidad de los patronos y los directivos que, recordemos, son siempre la parte fuerte en la confrontación (dado que poseen o gestionan los medios de producción).

La huelga no van a venir a contártela los que están en tu situación. Los tuyos, los trabajadores, no poseen medios de comunicación. Si quieres que los tuyos te cuenten algo sobre una huelga, acércate a ellos y pregúntales. Acércate al comité de empresa o a los convocantes de la huelga. Pero un medio de comunicación, propiedad de burgueses, siempre va a contártelo según su punto de vista. Por mucho que un medio de comunicación se las dé de neutral y objetivo, recuerda que casi siempre es propiedad de un empresario al que le interesa que conozcas la visión del empresario, no le interesa la neutralidad.

La próxima vez que la televisión, la radio o la prensa te quiera hablar de una huelga, tenlo claro: están defendiendo sus intereses, no los tuyos. Están contando lo que les conviene que sepas… no lo que te conviene saber a ti. Y ambas cosas, casi siempre, son completamente opuestas.